jueves, 30 de enero de 2014

Her (2013, Spike Jonze - especial Oscars)

 "A veces pienso que ya sentí todo lo que iba a sentir.
Y que de ahora en más, no voy a sentir nada nuevo.  
Solo versiones menores de lo que ya he sentido."
 

Ella, es la voz más bella

Ya no sabe a dónde llegar, por eso camina. De la casa al trabajo y del trabajo a la casa. Sale de la oficina, entra al ascensor, camina hasta el tren, lo toma, sube a otro ascensor y llega a un departamento. Nadie le habló en el trayecto y no hay nadie a donde quiera que vaya. Sólo está el mismo telón de fondo, esa voz automática y desalmada que, desde su celular, le anuncia la basura que le llega al correo. Después nadie. El mundo para Theodore es tan vacío y automático como aquella voz en serie. Y dudosamente se pueda contradecirle aquella visión de su realidad, si tenemos en cuenta que su esposa se divorció de él y su trabajo es escribir cartas de amor para otras personas que dicen estar enamoradas pero no tienen palabras para expresarlo.

Theodore transita en una existencia solitaria donde los seres humanos que le rodean ya han pasado a un segundo plano puesto que le han dejado una desilusión tras otra. Las redes sofisticadas ni siquiera le permiten conectarse con otras personas con las que se vincula mediante salas de chats, pretendiendo tener sexo verbal. El contacto, la corporalidad o materia de una relación se han perdido en el mundo de Spike Jonze y, sorpresivamente, no parecieran tener importancia. Por eso, no es de llamar la atención que cuando Theodore cambia la voz automática de su teléfono por un nuevo sistema operativo con la capacidad de tener una conciencia, se termine enamorando de esa voz que dice llamarse Samantha.


Jonze crea una fábula reflexiva sobre un futuro no tan distante, donde se entremezcla lo sórdido, irrisorio e insalvable del aislamiento humano frente a la tecnología, pero también conserva la esperanza de que el nexo amoroso aún encuentre un lugar. En Her, Theodore aún descubre y experimenta los misteriosos sentimientos de su existencia desde lo que es el sentimiento más extraordinario, vital pero también primitivo: la necesidad de sentir y ser amados. Cuando Theodore le expresa a Samantha que "pienso que ya sentido todo lo que tenía que sentir" peca en la arrogancia de creer que sabe todo acerca de su contigencia humana, de cómo se siente y quién es. Sin embargo, jamás es de tal manera. La experiencia, las sensaciones y los momentos que se viven siempre son diferentes.

Cuando aparece Samantha, Theodore  le comenta a los demás que lo que más ama de ella es la perspectiva positiva desde la cual su SO contempla el mundo. Sin embargo, no es que Samantha lo vea así de positivo. En realidad, Samantha no conoce el mundo y por eso se fascina frente a las experiencias nuevas que Theodore le muestra. Pero el que ha cambiado su visión sobre el mundo es Theodore: sonríe, deja de caminar y comienza a detenerse para hablar con quienes están en ese lugar y re-define sentimientos que pensó conocer. Samantha musicaliza el espacio cotidiano y, de repente, ir a la playa o estar sentado en un banco se han vuelto los dos lugares más hermosos del mundo. En definitiva, la respuesta a esa pregunta sobre "el sentir estar vivo" se va respondiendo en el cambio de Theodore más que en las palabras con las que pueda articular una respuesta. Estar vivo depende de la sensación de amar, la única que pareciera reavivar las percepciones del mundo.

En Her podríamos anticiparnos a su final. No hay ninguna novedad ya que se trata del choque de dos universos completamente diferentes entre los que pende un abismo de forma y sustancia, corporalidad y percepción. De cualquier manera, lo más importante es el trayecto de Samantha y Theodore, es decir, las huellas que un sistema operativo que vive en la red puede dejar sobre un ser humano de carne y hueso abyecto en las representaciones de su pasado. Para Jonze el amor trasciende lo físico, se trata de una conexión que es real no tanto por su tacto, sino por las sensaciones que genera. El amor está en la mente como una idea. Pero que duele, duele hasta el cuerpo.
8,5/10

"The Moon Song" - Kari O. Escena de la película. 

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Si anuncian los matrimonios entre hombres con muñecas inflables, mascotas e incluso almohadas, no vemos qué haya de malo celebrar el amor entre un hombre y su sistema operativo. Ya quisiera salir a pasear de la mano con mis parejas poliamor: la descarga ilegal, Ben Affleck y Gandalf. Pero, como imposibles hay demasiados... hasta la fecha, Her es la película más inteligente y original que he visto de entre las nominadas. Si ya la vieron, ¿qué les pareció? ¿qué otra película de amores extraordinarios se les vienen a la mente? 

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