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domingo, 23 de febrero de 2014

Oldboy (2013 - Spike Lee)

¡¡¡Wiii, se viene la del martillo!!! ... Pero..., ¿porqué no sentí nada? 

Y bueno, nada

Oldboy es una de mis películas favoritas y definitivamente Chan Wook-Park se encuentra en mi top 10 de realizadores preferidos. Aclaradas ambas cuestiones, tengo que añadir que jamás me molestaron las remakes sobre ciertas películas que amo y más aún no tengo derecho a molestarme si esa película se apoyó previamente en un cómic (como es éste caso). Cada director y guionista está en todo su derecho de reinterpretar textos, situaciones, contextos; sería absurdo criticar negativamente la libertad de realizar una película. Por eso, cuando Spike Lee anunció que adaptaría el cómic de Oldboy lo tomé con euforia, porque nada me genera más alegría que ésta enorme historia sea conocida por más y nuevas generaciones (seamos sinceros, es muy poco frecuente que las espectadores dediquen algún espacio al fabuloso cine surcoreano). Pero no es casual de que luego de tanto ruido haya habido tan pocas nueces y el estreno de Oldboy haya pasado tan desapercibido entre el públcio. Y lamentablemente, es totalmente justificable. Spike Lee nos hizo contar años y días en vano, dejándo muy en evidencia que poco y nada puede hacerse frente a una película de culto. Veamos porqué.

sábado, 25 de enero de 2014

La película de la semana: Tokyo Family (Yôji Yamada)


Uno de los recuerdos que tengo cuando me fui a estudiar es una llamada telefónica de mi mamá. Fue diferente porque jamás me llama. Es una mujer ahorradora, demasiado para mi gusto. El motivo de la llamada había sido la delgadez y el repentino cambio de humor que observó en la última vez que nos habíamos visto. Desde mi traslado a la ciudad no eran muchas las veces que nos veíamos y cada vez que me abrazada luego de un largo tiempo, me decía que estaba flaca. Lo mismo mi abuela. "¿Comes bien?" repiten hasta el cansancio. Cuando los padres llevan largo tiempo sin ver ni vigilar sobre sus hijos, reconocen que están perdiendo parte de nosotros. Comenzamos a hacer o decir cosas que ya no reconocen. Sufren nuestras mutaciones. Cuando nos ven luego de un largo tiempo, ven lo inevitable, el perdernos y ya no legislar sobre nuestras vidas. Ven el cambio "insalvable" de sus hijos.

Tokyo Family cuenta el viaje de Shukichi y Tomiko desde una pequeña isla hacia la gran Tokyo. La pareja de septuagenarios viaja una semana para que Shukichi le de las condolencias a la familia de un viejo amigo que acaba de fallecer. Ese es el motivo superficial, porque en realidad, lo que anhelan hacer es reencontrarse con sus hijos ya crecidos: Koichi, el varón mayor y médico de la familia;  Shigeko la única hija mujer y Shuji, el hijo mejor de la familia. El encuentro de los padres con sus hijos produce en ellos un sabor agridulce. Por un lado está su alegría por encontrarse con sus hijos, pero por el otro, está la tristeza y el desconcierto ya que cada uno se ha acoplado al ritmo frenético de la gran ciudad y, a pesar de las diferentes elecciones de vida que mantienen, sus hijos no han guardado un espacio para ellos.