sábado, 23 de noviembre de 2013

El destino anticipado


"I still remember the sun 
always warm on my back 
Somehow it seems colder now 
Where has my heart gone? 
Trapped in the eyes of a stranger 
Oh I... I want to go back to believing in everything"

(Aclaración: gran parte del contenido de éste post es personal)

viernes, 22 de noviembre de 2013

La frenética exploración de la creencia.


Creer estar perdida. ¿Será la nueva "religión" post-adolescente? Quiero decir que acá no tiene la importancia cuán "perdida" estés. Perdida es lo transitorio, o sea, es un estado momentáneo afectado por la creencia. Allí es dónde realmente resuena la oración. La creencia es lo importante. Estar perdido es una derivación de la creencia: eso-que-creo-es-verdad. Dany, alias, Joven&Alocada (2012) no sabe qué creer porque todos creen en la religión y ella reniega del credo. Dani piensa y escribe que la creencia es lo mismo que lo que practica su entorno evangelista. Por eso le pone el punto final  al vacío de la creencia. Y, a partir de allí aparece el problema de las derivadas. 

viernes, 1 de noviembre de 2013

El ying y el yang.


China divida en sur y norte. Él cálido y amigable. Ella gélida e indiferente. Él, quien razona a través de los ojos de la sabiduría. Ella no razona, cegada por el rencor. Él sur. Ella norte. Los dos unidos por las artes marciales milenarias. 

Siempre me sentí cercana a Wong Kar-Wai y sus hermosas tragedias del amor. Con Ánimo de Amar, 2046, Fallen Angels, Chungking Express, Days of being wild y Happy Together serán diferentes y tendrán contextos distintos pero siempre es ese contexto la causa del de desear amar como expresión última del sentimiento. Es decir, el amor sólo figura como el suspiro, un anhelo distante. Y en consecuencia, se produce el desamor.

domingo, 20 de octubre de 2013

El escritor, la estrella de rock.


Hace varios meses atrás y muchísimo antes de saber que iba a ser Premio Nobel, Alice Munro anunció que dejaría de escribir; antes fue Philip Roth y entre medio, Murakami confesó que entre novela y novela dejaría de escribir por un tiempo. Se sentía agotado. Munro y Roth, a su manera, coincidieron en que la vida del escritor era una vida solitaria porque era absoluta entrega al objeto. Alguien a esa edad (los dos entre los 80 y Murakami, 70), con tantos fantasmas rondando por ahí, con un baúl lleno de recuerdos y con una mente que le exige conservar la lucidez no puede permanecer más en soledad. Ya está, le dieron la vida a la escritura. Es suficiente, como dijo Roth. 

No sé cómo es la vida del escritor ni pretendo vivirla. Tan sólo me cuesta imaginar que es como en Stuck in Love. ¿Quién es el escritor? ¿un hipster cínico desenamorado o en permanente sufrimiento?

Lo que dejamos y lo que cosechamos


The way way back son dos caminos, la apertura y cierre de un círculo en el estadio de la vida. La actitud de Duncan nunca cambia pero la impronta simbólica del final es diferente en relación al comienzo. En principio, vemos a Duncan viajar atrás del auto de Trent, el novio de su madre. Viaja dándoles la espalda que es lo mismo que darle la espalda a aquello que no le interesa y pretende pasar por alto durante todo el verano. Trent le pregunta en qué número se ubicaría dentro de una escala del 1 al 10. Esa pregunta deja entre la respuesta un enorme vacío. Un vacío que Duncan usa para pensar su respuesta y en el que yo pienso la mía. Tres. Casualmente acuerdo con Trent. Pero, de todos modos, ¿no es acaso la respuesta que debería otorgarse uno mismo? Duncan se cree un seis. Regular, pero pasa. Él no habla, le cuesta mirar a personas a los ojos y apenas se comunica con su madre. Siente vergüenza porque los adultos intentan inhalar la juventud de la misma manera que consumen un paquete de porro. Quién no.