martes, 25 de febrero de 2014

Nebraska (2013, Alexander Payne - nominada al Oscar)



Un descanso en el camino 
Muchos viajes se emprenden buscándole un propósito a la vida. A lo mejor, allá a lo lejos está eso que buscamos, que necesitamos pero que secretamente somos conscientes de que en ésta situación no podemos tenerlo. Woody Grant tiene una carta spam que imprimió desde su e-mail y que dice que él es el ganador de 1 millón de dólares. Quiere viajar a Lincoln, Nebraska, para reclamar ese dinero. Ni su esposa Kate ni sus dos hijos Ross (Bob Odenkirk) y David (Will Forte) creen que Woody va a cobrar parte de esa fortuna y lo que más los desespera es cómo se comporta el viejon ceñil y arruinado por su alcoholismo. Sin embargo, David, el hijo menor,  se apiada de él y decide acompañarlo hacia Nebraska, esperando que sólo así Woody entienda la estafa en que cayó, pero también, lograr entender porqué quiere su padre ese dinero al borde de su vida. 

domingo, 23 de febrero de 2014

Oldboy (2013 - Spike Lee)

¡¡¡Wiii, se viene la del martillo!!! ... Pero..., ¿porqué no sentí nada? 

Y bueno, nada

Oldboy es una de mis películas favoritas y definitivamente Chan Wook-Park se encuentra en mi top 10 de realizadores preferidos. Aclaradas ambas cuestiones, tengo que añadir que jamás me molestaron las remakes sobre ciertas películas que amo y más aún no tengo derecho a molestarme si esa película se apoyó previamente en un cómic (como es éste caso). Cada director y guionista está en todo su derecho de reinterpretar textos, situaciones, contextos; sería absurdo criticar negativamente la libertad de realizar una película. Por eso, cuando Spike Lee anunció que adaptaría el cómic de Oldboy lo tomé con euforia, porque nada me genera más alegría que ésta enorme historia sea conocida por más y nuevas generaciones (seamos sinceros, es muy poco frecuente que las espectadores dediquen algún espacio al fabuloso cine surcoreano). Pero no es casual de que luego de tanto ruido haya habido tan pocas nueces y el estreno de Oldboy haya pasado tan desapercibido entre el públcio. Y lamentablemente, es totalmente justificable. Spike Lee nos hizo contar años y días en vano, dejándo muy en evidencia que poco y nada puede hacerse frente a una película de culto. Veamos porqué.

Captain Phillips (2013, Paul Greengrass - nominada al Oscar)

Cambia... ¿todo cambia? 

La primer secuencia de Captain Phillips es un diálogo que él mantiene con su esposa respecto al rumbo hacia el que camina el mundo contemporáneo. Nuestro hombre en cuestión se preocupa porque sus hijos no se comprometen ni sacrifican nada para construir un buen porvenir a largo plazo. El mundo está cambiando de a sacudidas, en formas violentas y hostiles. ¿Debería de preocuparle? Phillips intenta tranquilizarse respecto a los jóvenes pero, por otro lado, siente que ya no puede mantener la paz interior que solía tener en sus días pasados cada vez que se embarca hacia los océanos para cumplir con su trabajo. Ese mal presentimiento que lo perturbaba se vuelve realidad cuando una banda de inexpertos "piratas" somalíes asalta su barco carguero, dando inicio al mayor calvario que a un Capitán del siglo XXI le tocaría vivir.

Si bien Paul Greengrass se encarga de realizar otra biopic oscarizable y con pulso de thriller, es en realidad el Bingelow de la entrega porque en su película predomina la lógica gringa sobre un hecho que se presenta con aparente objetividad pero que podría haberse analizado de manera más profunda.

jueves, 6 de febrero de 2014

Gravity (2013, Alfonso Cuarón - especial Oscars)

La introspectiva odisea al espacio

ATENCIÓN: LA SIGUIENTE NOTA ESTÁ MUY MAL REDACTADA. ÉPOCA DE EXÁMENES. QUEDAN ADVERTIDOS. 

Ser parte de la historia significa tener una muy grande que contar. Una buena historia vendría hacer del tipo que tenga algún evento excepcional  y que, además, deje una moraleja picando sobre el final. Por eso, dicen los sabelotodos, que la única manera de hacer historia es saliéndose de la famosa "zona de confort" (de la que tantos guionistas han estado hablando últimamente). Los primeros minutos de Gravedad nos muestran a la doctora Ryan Stone (Sandra Bullock) en su primera misión como astronauta. Que sea novata, no significa que Ryan sea joven; por el contrario, está entrada en sus cuarenta y aún así tomó la decisión de subir al espacio para iniciar una investigación (honestamente, no presté atención sobre qué). El teniente Matt Kowalksy (Clooney) ha colocado su ojo de veterano sobre ella y el resto de la tripulación, lo que no le impide mostrarse distendido, mientras le cuenta a la doctora y a los demás, una serie de relatos anecdóticos que le ocurrieron durante sus años como teniente.

En ese momento, sucede algo probable pero aún así, intempestivo: desde la base, Houston les comenta que los rusos se deshicieron de un satélite haciéndolo estallar en el espacio. El saldo es desfavorable para el grupo norteamericano ya que los restos del satélite viajan velozmente hacia ellos e impactan con violencia contra la tripulación, dejando a Kowalsky y Stone a la deriva, en la inconmensurable inmensidad del espacio. En el vacío y soledad más completa que jamás podría existir y entre una distancia que -indudablemente- existe entre los dos.